Cónclave, la película: una mirada intrigante

«Cónclave», dirigida por Edward Berger, es un tenso drama político-religioso que nos sumerge en los secretos mejor guardados del Vaticano. Adaptada de la novela homónima de Robert Harris, la película propone un cautivador relato sobre los juegos de poder que se desarrollan tras la muerte de un Papa. Con un elenco estelar y una atmósfera claustrofóbica cuidadosamente elaborada, «Cónclave» no solo explora los dilemas éticos de sus personajes, sino también la vulnerabilidad de las instituciones religiosas frente a las luchas de poder humanas.

La trama se desarrolla en los días posteriores al fallecimiento del Papa, cuando los cardenales de todo el mundo se reúnen en la Capilla Sixtina para elegir a su sucesor. La historia sigue al cardenal Lomeli (interpretado magistralmente por Ralph Fiennes), el decano del colegio cardenalicio, quien se enfrenta a una encrucijada moral: mantener la pureza del proceso o ceder ante las presiones y secretos que cada candidato parece esconder. A medida que el cónclave avanza, salen a la luz tensiones políticas, alianzas inesperadas y un misterioso candidato que amenaza con cambiarlo todo.

Una atmósfera envolvente
Uno de los mayores logros de «Cónclave» es su capacidad para transportarnos al corazón del Vaticano. Los escenarios, recreados con una precisión casi reverencial, nos sumergen en la solemnidad y el misterio de la Capilla Sixtina, los oscuros pasillos del Vaticano y los majestuosos salones donde se toman decisiones que podrían cambiar el destino de la Iglesia Católica. La dirección de arte y la cinematografía, a cargo de James Friend (ganador del Óscar por «Sin novedad en el frente»), se conjugan para transmitir una sensación de opresión y majestuosidad a partes iguales. Los tonos apagados, la iluminación tenue y los encuadres cerrados refuerzan la tensión constante.

Personajes y actuaciones
El corazón de «Cónclave» reside en sus personajes, brillantemente interpretados por un elenco de primera categoría. Ralph Fiennes entrega una actuación matizada, encarnando con maestría a un hombre dividido entre la fe y las intrigas políticas. Su interpretación transmite una humanidad palpable, destacándose en los momentos de mayor introspección y duda.

El resto del reparto no se queda atrás. John Lithgow, como el cardenal Tremblay, aporta una mezcla de carisma y ambigüedad, mientras que Stanley Tucci, como el enigmático cardenal Bellini, roba cada escena con su presencia magnética. Destaca también la incorporación de Marianne Jean-Baptiste como la cardenal Okoye, cuya inclusión como mujer en el cónclave genera algunos de los momentos más poderosos y reflexivos de la película.

Un guion que invita a reflexionar
El guion de «Cónclave», escrito por Edward Berger y Robert Harris, equilibra hábilmente el suspense con la profundidad temática. La película no solo explora el proceso de elección papal, sino que invita al espectador a cuestionar las estructuras de poder, el papel de la religión en el mundo moderno y la fragilidad de la fe ante la corrupción humana. Aunque en ocasiones el ritmo puede resultar un poco lento, cada escena contribuye a construir la tensión y el desarrollo de los personajes.

Crítica personal
Si bien «Cónclave» no es una película para todos, especialmente aquellos que buscan acción o un ritmo más ágil, su fuerza radica en su capacidad para generar suspense a través del diálogo y la actuación. La película brilla como un estudio de personajes y una exploración de los dilemas morales en un contexto único. Sin embargo, podría haber profundizado más en algunos de los personajes secundarios, cuyas motivaciones a veces se sienten algo superficiales.

Desde el punto de vista cinematográfico, «Cónclave» es una obra que combina el suspense con una reflexión profunda sobre los conflictos de poder en la Iglesia Católica. La dirección de Edward Berger es elegante, manteniendo un ritmo pausado pero tenso que engancha al espectador. La trama expone las luchas internas entre las facciones conservadoras y progresistas, temas que resultan especialmente relevantes en el contexto social y político actual.

Sin embargo, el desenlace ha generado opiniones mixtas. Aunque mantiene el espíritu de la novela, algunos espectadores podrían encontrarlo controvertido y abrupto, desafiando las expectativas establecidas durante el desarrollo de la historia. Aun así, esta decisión narrativa añade un toque provocador que invita al debate.

En nuestra opinión, «Cónclave» es una película que logra su cometido de entretener y hacer reflexionar. Si bien su final puede no satisfacer a todos, la experiencia cinematográfica en su conjunto es inmersiva, gracias a un guion sólido, actuaciones memorables y una puesta en escena impecable. Para los amantes del cine de intriga y para quienes aprecian la riqueza histórica de Roma, esta película es una oportunidad única para explorar los misterios y rituales del Vaticano desde una perspectiva tanto artística como narrativa.

En definitiva, «Cónclave» es una obra que combina una dirección impecable, un elenco excepcional y un guion provocador para ofrecer una experiencia cinematográfica reflexiva e inquietante. Es un recordatorio de que, incluso en los lugares más sagrados, el poder y la humanidad están intrínsecamente entrelazados.

Calificación: 8.5/10

Si te interesa el drama político-religioso o simplemente quieres adentrarte en los misterios del Vaticano, «Cónclave» es una película que no puedes perderte. 

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