En avión
En Roma hay dos aeropuertos, el Fiumicino o Leonardo da Vinci y el Ciampino.
Aeropuerto Fiumicino o Leonardo da Vinci
El aeropuerto internacional de Roma, conocido como Fiumicino o Leonardo da Vinci, está situado a unos 30 km. de Roma.
Conecta Roma con toda Europa y resto de Italia. Para llegar al centro, se puede mover uno en tren directo Leonardo Express, que sale con una frecuencia de cada media hora y cuyo trayecto dura unos 32 minutos, y que va de Fiumicino a la estación de Termini y viceversa. Cuesta 14€ por trayecto.
El billete se puede comprar en la zona de llegadas del aeropuerto, en las máquinas automáticas, los quioscos, la taquilla del tren o la página web de Trenitalia. Es importante validar el ticket en los aparatos naranjas que hay en las dársenas y evitar las multas de las revisores.
También puede llegar al centro con los autobuses COTRAL o Terravision. Parten con mucha frecuencia y su precio son unos 5 euros.
Los taxis tienen un coste de entre 30 y 50€, por lo que si viajan en grupo puede salir económico.
Ciampino es el segundo aeropuerto de la ciudad y de referencia para la mayoría de las compañías Low Cost. Se encuentra a tan solo 15 Km de Roma.
A la salida de la terminal hay varios quioscos de compañías diferentes donde poder comprar billetes para trasladarse al centro con autobuses de las compañías COTRAL, TERRAVISION O SCHIAFFINI entre otras.
Los taxis tienen un coste de entre 40 y 60€, por lo que si viajan en grupo puede salir económico.
Traslado privado desde el aeropuerto al centro
Los aeropuertos de Roma no están muy lejos del centro, pero si lo que buscas es comodidad, y que un coche te esté esperando a tu llegada a Roma, pulsa aquí.
EN tren
Termini es la principal estación de ferrocarril de Roma. Tanto si se llega desde el aeropuerto o desde cualquier estación del país, la estación de Termini es el acceso al centro de la ciudad. Además, está comunicada con las líneas de metro así como de gran número de autobuses.
Puede consultar los horarios y comprar los billetes en Trenitalia.
En barco
Es difícil llegar a Roma en barco. Se atraca en Civitavecchia, a unos 80 km de distancia, y luego hay que trasladarse a la ciudad.
Son pocas las posibilidades que se ofrecen, aunque cada día son mayores las ofertas. Por ello, si se está interesado, se recomienda conocer bien las opciones.
En crucero a Roma
Los cruceros que hacen parada en Roma dejan a los turistas en Civitavecchia y deben hacer el traslado mencionado.
Cuando se viaja en crucero, normalmente se está en Roma unas horas. Solo por la mañana o hasta media tarde. El ferry llega a Civitavecchia, el puerto de atraque más próximo a Roma.
Las dos ciudades italianas están bien conectadas por tren y por carretera, por una importante red de autobuses y trenes. La elección del medio de transporte para trasladarse a Roma es una decisión personal, pero lo importante aprovechar bien el día, por tanto recomendaría salir cuanto antes del barco.
El punto de partida de los medios suele ser la estación de tren de Civitavecchia, pero el recorrido que va desde el puerto hasta la estación se suele hacer es a través de autobuses gratuitos que fletan las navieras.
La fórmula más utilizada, y económica, es el tren. Salen hacia Roma cada 30 minutos aproximadamente. El precio es de 10 euros ida y vuelta y la duración una hora y quince minutos.
La Estación de Civitavecchia está conectada con las principales estaciones de la capital. Te recomendamos que cojas la línea que llega a la estación de Términi, la principal de Roma, y te bajes en algunas paradas intermedias, como Roma San Pietro, Roma Trastevere o Roma Ostiense.
El autobús privado es otra opción. Cuesta algo más de 20 euros por persona (ida y vuelta) y te deja en alguna zona céntrica de Roma. Los horarios habría que confirmarlos in situ para garantizar la llegada al crucero.
Por último, la opción de los coches privados. Al no haber competencia, es bastante costoso (hasta 300 euros).
En coche
Si uno llega a Roma en coche, es un valiente. Así que ya debe conocer la locura que es conducir por Italia. Se recomienda siempre evitar al máximo su uso para evitar contratiempos. Además, de la dificultad que supone aparcar en el centro.
La ciudad está perfectamente conectada, tanto en tren como en autobús, con lo cual, si alguien desea hacer alguna excursión, mejor el uso de transporte público.