Necrópolis vaticana y tumba de San Pedro

Un paseo por la necrópolis vaticana y conocer la tumba de San Pedro es la experiencia más fascinante de tu visita al Vaticano. Descubrirás uno de los lugares históricos más desconocidos de Roma, y por lo tanto, de los menos visitados.

Origen de la Necrópolis

Hay que remontarse a la Roma de Nerón. Al año 64 d.C. Durante su reinado, los cristianos fueron responsabilizados del gran incendio que asoló la ciudad, por lo que Pedro fue martirizado junto con otros muchos cristianos. Fue crucificado por petición propia cabeza abajo, para morir de forma diferente a Cristo, próximo al obelisco egipcio que había en un extremo del Circo de Nerón. Hoy, ese monolito se encuentra en la Plaza de San Pedro.

Según cuenta la tradición, los restos de Pedro se enterraron en una de las colinas de Roma, en la Vaticana. Concretamente en la Vía Cornelia, donde nacía el Circo, a menos de 150 m. del lugar de su muerte. La tumba de San Pedro fue marcada con una roca de color rojo, símbolo de su nombre, por lo que a los cristianos, les servía para identificarla, al tiempo que no tenía ningún valor para los no cristianos. 

Más tarde, se construiría sobre dicha piedra un santuario. El emperador Constantino, casi 300 años, mandó construir la antigua Basílica de San Pedro.

Las catacumbas existentes no se destruyeron sino que se quedaron bajo el nivel del templo, cubriéndose de piedras y tierra, hasta que cayeron en el olvido. Durante el pontificado del papa Pío XII, comenzaron las excavaciones de la necrópolis vaticana. El trabajo se llevó a cabo a petición de Pío XI, cuyo deseo era ser enterrado lo más cerca posible de San Pedro. Las excavaciones sacaron a la luz una necrópolis que se remontaba entre los siglos I y el IV.

 

Qué se visita en la catacumbas vaticanas

Bajo la Basílica de San Pedro encontramos dos niveles, las tumbas papales, con las capillas y tumbas de los reyes de Italia y las de los Papas desde el siglo X hasta hoy; y la Necrópolis, que se halla un nivel por debajo, tal y como se puede observar en el gráfico, y que desciende hasta los 12 metros por debajo de la Basílica.

La profundidad de las catacumbas van, desde los 12 a los 5 m, respecto el nivel del suelo de la actual basílica. Las excavaciones no han desenterrado la necrópolis entera, todavía queda parte oculta. Los mausoleos encontrados pertenecían a familias de ricos libertos, grandes estancias a las que se accedían desde una escalera del exterior. Estaban adornadas por pinturas, estucos e incluso mosaicos, con sus  respectivas lápidas, con motivos paganos, que nos recuerdan hoy quiénes eran y a qué familias pertenecían. La tumba más significativa y lujosa del cementerio es el Mausoleo dei Valerii. 

Las excavaciones abiertas al público consisten en 22 mausoleos en un área de 100 metros de largo. La visita comprende un recorrido por sus pasillos en los que descubriremos cada uno de los mausoleos, comunicados todos ellos por un pasillo central, hasta llegar a un punto, el conocido como campo P.

El campo P se halla bajo el altar Papal y se puede observar dicha cavidad desde el interior de la Basílica. En esa zona se encontraron restos humanos y una tela de hilos rojos. Junto a ello, había una inscripción escrita en griego, datada del año 160 d.C., “Petro Eni”, Pedro está aquí. La tumba de San Pedro fue descubierta en la parte occidental de la necrópolis, donde los primeros cristianos habían construido, ya a mediados del siglo II d.C., el mencionado muro rojo.

Además de la tumba de San Pedro, hay once pontífices enterrados en la Necrópolis: San Lino, San Cleto, Sant’Evaristo, Alejandro I, San Sisto, San Telesforo, Sant’Igino, San Pío I, San Sotero, Sant’Eleuterio y San Víctor I.

Cómo hacer la reserva

Las reservas para conocer las catacumbas del Vaticano se solicitan exclusivamente a través de una petición escrita al Ufficio Scavi, a través de email a scavi@fsp.va o mediante fax al número +39 06 69873017. Se puede realizar directamente en la Oficina de las Excavaciones, pero es desaconsejable por la alta demanda y se pueda quedar uno sin visitar la Necrópolis si hace la reserva una vez ya llegado Roma.

En la petición es indispensable indicar el número exacto de participantes y su nombre (en caso de grupo, es imprescindible indicar  los nombres de todos los componentes y su procedencia), el idioma en el que se va a realizar la visita y el período de días en los que la Oficina puede fijar la visita. El horario lo establecerán según la disponibilidad. Para la respuesta por parte del Ufficio Scavi, se debe
indicar una dirección e-mail, un numero de Fax o una dirección postal completa.

Los visitantes, exclusivamente mayores de 15 años, son divididos en grupos de unas 12 personas y según el idioma de pertenencia. Dado el cuidado que requiere un lugar histórico-arqueológico como este, donde se encuentra la originaria tumba del apóstol San Pedro, solo se permite la visita a unas 250 personas al día.

El recorrido dura alrededor de una hora y media y se advierte a los visitantes que la entrada a la necrópolis está desaconsejada para las personas que sufran de claustrofobia o tengan problemas de salud que se puedan agravar a causa de las condiciones especiales de temperatura y elevada humedad del lugar.

El precio del billete por persona es de 13 €, incluida la guía.

Más información aquí.




Desde nuestro punto de vista, es una de las visitas obligatorias de Roma, y sin embargo, puede ser de las más desconocidas. Apenas la visitan los turistas que viajan a la ciudad: muchas veces por confusión con las catacumbas romanas, por desconocimiento de que se debe reservar o simplemente porque nunca han escuchado hablar de ellas.

Por ello, te recomendamos que hagas la reserva para visitar la necrópolis vaticana nada más conozcas las fechas y no te quedes sin tu plaza

 

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