La ciudad de Roma se puede conocer de muchas formas, y la cantidad de días que se va a estar en ella condiciona el itinerario que se puede realizar. Visitar Roma en cinco días es tiempo suficiente para hacerte una idea de cómo es la ciudad, percatarse de cómo se vive en ella y hasta familiarizarse con la ciudad.
En DESTINO ROMA te hacemos el mejor itinerario para que conozcas las plazas, los monumentos, los museos, las fuentes y las iglesias con tranquilidad, que aproveches el tiempo al máximo, pero que a la vez disfrutes de la ciudad eterna.
Nuestra propuesta para conocer Roma en 5 días es un día en el Vaticano y Trastevere, otro día la Roma Antigua y centro de la ciudad. El tercero conoceremos las catacumbas, termas de Caracalla y alguna iglesia que tienen una ubicación menos céntrica. Otro, conocer más barrios, museos y parques. Y por último, conocer un pueblo, yacimiento arqueológico cercano a Roma u otra capital Italiana.
Otra opción es que pases 3 días en Roma y dos en otra ciudad.
Día 1 en Roma
¿Qué hacer nada más llegar? Dar un paseo por el centro de la ciudad y conocer sus calles, plazas y fuentes. Me gusta hacerlo así porque el centro será visitado en más de una ocasión durante tu estancia en la capital, y de esta forma te permite ubicarte y reconocer los lugares que más te han llamado la atención y que quieras repetir.
Roma se conoce callejeando, nunca me cansaré de decirlo. TODAS las calles merecen la pena, así que, aunque te pierdas, no habrá sido en balde.
La mañana la dedicaría a la Roma Antigua. Comenzaría por el Coliseo y el arco de Constantino, y desde ahí accedería al Foro y el Palatino. El tiempo que le quieras destinar depende de ti. Puedes visitar todo en 50 minutos o en 3 horas, eso ya es una decisión personal y el interés por entrar en más o menos profundidad.
Según el tiempo que le destines, te puede llevar toda la mañana o tan solo un ratito.
Subir al monumento de Vittorio Emanuele, en honor al primer rey de la Italia unificada, es perfecto para echar un vistazo a los monumentos del foro Romano, el Coliseo y el Mercado de Trajano, y hacerte otra idea sobre cómo era la Roma Antigua.
A continuación me dirigiría al Mercado de Trajano, un oasis en la ciudad. Poco conocido por los turistas, merece la pena tanto como otros monumentos antiguos romanos.
Seguramente se te ha hecho ya tarde y es la hora de comer. Atravesaría el Ghetto hacia la Piazza delle Tartarughe. Es una plaza desconocida pero encantadora. La Iglesia de Il Gesù tiene unos frescos impresionantes que cubren su bóveda.
Largo di Torre Argentina es donde descansan las ruinas del Teatro Pompeyo y fue asesinado Julio Cesar.
Continúa hacia Campo de’ Fiori, una de las plazas más animadas de la ciudad. Hay que visitarla de día y de noche y conocer sus diferentes ambientes: por la mañana es un mercado local de alimentación y cachivaches, y por la tarde se llena de terrazas y de gente. Yo comería por esta zona.
A 5 minutos, cruzando el Corso Vittorio Emanuele II, aparece la Piazza Navona, un buen lugar para detenerse y admirar las tres fuentes. Seguimos hacia la Piazza della Rotonda y el Panteón. En cualquier esquina hay numerosas y famosas cafeterías y heladerías. Así que os recomendamos que hagáis otra parada para disfrutar de los rincones de la ciudad.
Santa Maria sopra Minerva se encuentra en esta zona (en las traseras del Panteón) y es una de las pocas iglesias góticas de Roma. En su plaza se encuentra el >Obelisco della Minerva, con un elefante en su base. Desde mi punto de vista es una de las iglesias más bonitas de Roma, por no decir la más.
Muy cerca se halla el Templo de Adriano, del que se conservan 11 columnas.
Sigue las directrices y llegas a la Via del Corso. Cruza la calle y casi de frente se encuentra la increíble Fontana di Trevi. Siéntate un ratito y disfruta de ese momento que recordarás para siempre.
Continúa la vía del Corso en dirección contraria a la Piazza Venezia. Observa bien porque hay numerosos monumentos históricos, edificios institucionales e iglesias, como la sede de la Cámara de Diputados de la República Italiana o la columna de Trajano.
Atraviesa por Via dei Condotti y curiosea sus lujosas tiendas. Llegarás a la Piazza di Spagna. Siéntate en su escalinata y observa tranquilamente a tu alrededor. El colorido, los edificios, la luz que incide sobre ellos, la gente que hay paseando…
Desde lo alto de la Plaza de España tomaría el Viale della Trinità dei Monti hasta la Terrazza del Pincio. Las vistas de Roma son un espectáculo, tanto por la mañana como al atardecer. En la parte trasera de la Terrazza está el Parque Villa Borghese.
Cenaría por la zona de Governo Vecchio, entre la Piazza Navona y El Corso. Estas calles las llenan tanto italianos como turistas que salen a cenar buscando una deliciosa pasta.
El día acabaría más o menos por aquí. Si todavía te quedan ganas de pasear, te aconsejo que, tras la cena, conozcas Roma de noche. Recorre alguna zona que ya hayas visitado y te haya gustado, o ve por el Lungotevere hacia el Castel Sant’Angelo y el Vaticano y lo ves iluminado. Toma la calle Via del Banco di Santo Spirito hasta llegar al puente del castillo.
Día 2 en Roma
Hoy visitaremos la ciudad del Vaticano. No debéis de estar más tarde de las 9 de la mañana en la Piazza San Pietro.
La Basílica de San Pedro, el templo más importante del catolicismo, será el primer lugar en el que entremos. Hay que ponerse en la cola cuanto antes para pasar el control (aunque es rápido). Visitaremos la basílica, las grutas vaticanas y la cúpula vaticana. Para mí, imprescindible es el cupolone y llevarte una de las vistas más espectaculares de la cuidad.
Dependiendo del tiempo que se tarde en los mencionados monumentos, puede ser ya la hora de comer. En caso de que así fuera, comería por la zona de Borgo Pio, muy próxima al Vaticano. Hay numerosos restaurantes en los que poder elegir.
En caso de que todavía no fuera mediodía, visitaría los Museos Vaticanos. Tenéis que tener en cuenta que es otro acceso distinto en el que se debe hacer otra cola, a veces se tarda bastante tiempo y que los domingos cierra, salvo el último de cada mes (por si vuestra visita coincide en fin de semana). El recorrido del museo es muy largo, por tanto, en función del tiempo que tengas, decide qué quieres visitar y cuánto tiempo le quieres invertir para planificar tu día. La obra maestra es la Capilla Sixtina de Miguel Ángel.
Evitar colas
La cola de acceso a los Museos Vaticanos y Capilla Sixtina es con diferencia la más pesada de Roma. Por ello, te damos varias recomendaciones para evitarlas. La primera opción es llevar reservada la entrada a través de la página del Vaticano, que cuesta 25€. Comprar aquíTambién puedes sacar la entrada de los Museos Vaticanos, más económica que en la web oficial a través de este enlace y sin hacer cola, por 17 euros.
Al finalizar la visita al Vaticano, tomad la Via della Conciliazione hasta el Castillo de Sant’Angelo, sin duda uno de los monumentos más emblemáticos de Roma. También tiene una panorámica preciosa, especialmente sobre el río y una cafetería muy agradable. Probablemente serán las 5 o las 6 de la tarde como mínimo.
Me tomaría un autobús a través del Lungotevere hasta el Trastevere, uno de los barrios preferidos de Roma por todos los viajeros. Hay muchísimos, así que acercaros a una marquesina y decidid sobre la marcha cuál coger. Otra opción es dar un paseo en función de la hora que fuera.
El ambiente es auténtico y existe una gran oferta de restaurantes a precios muy asequibles. Imprescindible tomarse algo en una terraza de la plaza de la Basílica de Santa María en Trastevere. Quizás sea la hora de un helado o ya la de cenar.
Según donde os alojéis, podéis volver nuevamente al centro por la Isola Tiberina, y pasear por algún rincón que os haya gustado. O coger un medio de transporte que os lleve hasta el hotel.
Otra opción es que subáis a la colina del Gianicolo a conocer las maravillosas vistas que ofrecen la Terraza y el Fontanone.
Día 3 en Roma
El tercer día se puede hacer de muchas formas para optimizar el tiempo; por tanto, os voy a escribir todo lo que hay que visitar, cómo llegar y varias formas de casar los recorridos. Según donde os hospedéis, el itinerario cambia sustancialmente. Quizás no os queréis alejar demasiado del centro o hay quienes prefieren ver museos o iglesias, o por el contrario, más ruinas romanas.
Por la mañana temprano bajaría hasta el río Tíber a través de la Piazza del Campidoglio. Continuaría esa calle hacia el Teatro Marcello llegando a la iglesia de Santa María de Cosmedin, donde se encuentra la Bocca della Verità, y el Foro Boario. Este paseo te puede ocupar una hora.
Descansaría en el circo romano, subiría el Monte Aventino para conocer el Secreto de Roma, bajaría nuevamente y me desplazaría hasta las Termas de Caracalla, a 10 minutos paseando. Incluso puede hacerse a través del Circo Massimo y te das cuenta de la inmensidad del mismo.
Las Termas de Caracalla gustan y decepcionan a partes iguales, pero estar debajo y sentir la inmensidad de los muros, no deja indiferente. Siempre que he estado allí me he imaginado cómo sería la acústica y un concierto en directo. ¡Fascinante!
A partir de aquí os voy a proponer dos opciones. Incluso podría hacerse a primera hora de la mañana, para luego estar el resto del día en el centro. Por eso lo pongo como varios planes diferentes y que cada uno seleccione su mejor opción.
Tomaría el bus 714, junto a las Termas, hacia la zona de las catacumbas en la Via Appia (unos 20 minutos). A mí personalmente me gustan las Catacumbas de Domitilia, pero cualquiera es interesante para hacerte una idea cómo serían. Es hacer una visita diferente, salirte de las rutas meramente turísticas y son 100% recomendables.
A la vuelta, tomaría nuevamente el bus 714 hasta Basílica de San Juan de Letrán, tardaréis un poquito más, 30 minutos. Este plan, incluida la ida y la vuelta, os llevará un par de horas. En la misma plaza se ubica la Scala Santa que se recomienda visitar, aunque sea de forma rápida, porque no deja indiferente.
Como seguramente ya se os habrá hecho tarde, recomiendo dos rutas, o conocer el barrio de Rione Monti y perderse en su noche. Una zona de vanguardia y que es una delicia. Aquí se encuentra la basílica de San Pietro in Vincoli y el magnífico Moisés de Miguel Ángel, basílica di Santa Maria Maggiore o El Quirinal. Bajaría por la Via del Quirinale, Via Ventiquattro Maggio, Via Quattro Novembre y me adentraría en una de sus bocacalles de la derecha, Via della Pilotta hasta la Fontana di Trevi.
O bien bajar por Via Labicana, llegar al Coliseo y volver al centro paseando.
Día 4 en Roma
El cuarto día lo destinaría a conocer museos. Si el día anterior no habéis visitado el barrio Rione Monti, hoy sería momento. Además, visitaría Villa Doria Pamphili, Villa Borghese> y su galería, los Museos Capitolinos o el Museo de Roma.
Roma cuenta con innumerables iglesias que son interés cultural, por ello seguramente podríais conocer aquella que apeteciera realmente.
Insisto, una vez que se ha visto lo básico de Roma en los tres primeros días, ya se trata de priorizar en gustos e intereses en el cuarto y quinto día.
Día 5: alrededores de Roma
Si deseas visitar otro tipo de localizaciones, hay muchas opciones y todas excelentes. No te quedes sin conocer cualquier lugar de Italia que te pueda hacer ilusión: San Francisco de Asís es uno de los pueblos más bonitos y próximos a Roma. Visitar el Tívoli u Ostia Antica… A todos ellos se puede viajar en la red ferroviaria de Italia, Trenitalia.
Una opción es visitar una de las capitales de Italia: Nápoles, Florencia y la preciosa Toscana o Venecia.
Si prefieres que te lo organicen:
Excursiones de un día
Excursión a Pompeya: con guía o sin guía
Excursiones de varios días desde Roma
Pompeya, Sorrento y Capri en 2 o 3 días
Tour de 5 días por lo mejor de Italia
Tours por Roma
Una excelente opción para conocer Roma es contratar un free tour o un tour de alguno de los monumentos que te interesen o del barrio del centro, y de esta forma tienes la garantía de conocer aquello que realmente te interesa. De hecho, lo recomendaría el primer día nada más llegar. De esta manera te familiarizas con la ciudad y con su historia.
Cuando sugiero qué ver en Roma, me gusta recomendar un recorrido en autobús turístico para salirse del centro y tener una visión más amplia de cómo es Roma. Hay muchas empresas que lo promocionan y es una posibilidad para conocer la capital italiana desde otro punto de vista.
Las rutas que se suelen hacer, se salen de la zona más turística: se sube a la colina del Gianicolo, Basílica de San Pablo Extramuros… Es la forma perfecta de tener una visión más amplia de Roma.
Y por supuesto, se trata de un medio de transporte excelente, porque te subes en un monumento, vas al siguiente, te vuelves a subir, te vuelves a bajar.